¿Para qué existe la fidelización si no es para crear experiencias de marca que dejan huella? La industria de la música está en constante cambio y evolución, y las marcas van en paralelo a cada avance. Es por eso que no son los nombres que más invierten los que más destacan, sino aquellos que con poco, consiguen mucho.
Ya sea un concierto, un festival o un evento, a día de hoy no verás uno de ellos sin marcas de por medio. La presencia y el engagement de marca permite a los asistentes interactuar con la misma, conocer sus valores y su propuesta a través de activaciones y experiencias diferenciales.
Conectar con el público más allá del producto es clave en una era protagonizada por lo digital. En las experiencias de marca, estas apuestan por una conexión humana y una cercanía que se traduce en pertenencia a un momento específico y a una posterior lealtad. ¡Un cliente contento siempre repite!
A la hora de crear experiencias que marcan la diferencia, han sido varias las que han destacado por su creatividad, inmersión e impacto. A través de un acertado marketing de fidelización han sido festivales como el Coachella en California o el Bilbao BBK Live y marcas como Red Bull o Pull&Bear las que han conseguido que miles de asistentes se hagan eco de lo que traían entre manos.
Desde hace años Heineken es uno de los principales patrocinadores del festival Coachella, uno de los macro-eventos más importantes de música a nivel mundial. A través de su lema “Destapa un nuevo sonido, destapa un nuevo destino”, apuesta por “un mundo más fresco” y sortea viajes a diferentes localizaciones entre los participantes.
Red Bull también destaca por su implicación en eventos a nivel tanto nacional como internacional. No sólo en el ámbito de la música, sino también en el de la cultura y los deportes, la marca ha creado desde escenarios flotantes hasta competiciones deportivas dentro de festivales.
